Lo que me enamoró de ti no fue ni tu cara ni tu cuerpo, fue tu desorden mental, tu pervertido sentido del humor y esas ganas de embriagarme con tu sonrira.
Lo que me enamoró de ti no fue ni tu cara ni tu cuerpo, fue tu desorden mental, tu pervertido sentido del humor y esas ganas de embriagarme con tu sonrira.